De acuerdo con la organización colombiana sin ánimo de lucro Fondo Acción, al disminuir la pobreza y el deterioro ambiental de una zona específica, disminuyen los factores de riesgo de vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de dicho sector, asociados a la desescolarización, las enfermedades y el trabajo infantil. Es decir, que si se transforman los sistemas productivos se empodera a la comunidad para que esta se convierta en agente de su propio desarrollo y de la protección de su infancia.

Es por esto que la organización emprende el proyecto ‘Un, dos, tres por la niñez’, que consistente en inversiones de alto efecto dirigidas a ONGs, asociaciones de padres y vecinos, juntas de acción y organizaciones comunitarias de base (OCB) responsables de la atención a niños, niñas y adolescentes, entre otros grupos, para lograr la generación de cambios significativos en la atención y educación de calidad de niños, niñas y adolescentes, y que promuevan su participación.

Es así como la organización tiene una oportunidad muy importante de integrar sus esfuerzos en niñez y en medioambiente, bajo un modelo de desarrollo rural sostenible y protector para niños, niñas y adolescentes.

Para la más reciente convocatoria del proyecto, se eligió a Solano (Caquetá) como el municipio objetivo, ya que  ha sido un territorio históricamente afectado por el conflicto armado y la presencia y dominio de grupos armados al margen de la ley. Según los diagnósticos situacionales del municipio, sus problemáticas son, entre otras, la deserción escolar, el desempleo (caso de adultos), una economía basada en su mayor porcentaje de los cultivos ilícitos y una ubicación geográfica en la que el mayor porcentaje de su población habita en zona rural y su acceso es limitado, donde quedan a merced de las órdenes de grupos al margen de la ley.

Crédito: Fondo Acción

Otra de las problemáticas de esta zona es la situación de las mujeres cabeza de hogar, donde la inestabilidad socioeconómica y núcleos familiares extensos promueven el trabajo infantil para representar un apoyo a la madre y familias. Los niños, niñas y adolescentes se desempeñan en oficios varios que van desde el trabajo en el hogar hasta maleteros a orillas del río.

Con un presupuesto de 260 millones de pesos, cinco proyectos asociados a escuelas rurales propiedad de las Juntas de Acción Comunal de las veredas podrán invertir en la adecuación y dotación de ambientes protectores y formación de cuidadores y agentes en el municipio.

“Fondo Acción cree en que un modelo de intervención, sea en niñez o en ambiente, necesita de las comunidades y sus conocimientos. Es por esto que en la última convocatoria de ‘Un, dos, tres por la niñez’ adelanta un modelo de participación y construcción en Solano (Caquetá). Al generar capacidad en la misma comunidad para el manejo de sus recursos naturales y la atención a la niñez y la adolescencia, se genera el capital humano necesario para disminuir las posibles afectaciones de las poblaciones en zonas marginales. Los resultados de la convocatoria y las acciones emprendidas se verán en 2016”, dijo Silvio Pereira, coordinador niñez de Fondo Acción.