Conclusiones de la Semana Internacional de la Sociedad Civil que se realizó en la capital colombiana a mediados de semestre.

Un llamado a las organizaciones de la sociedad civil para que continúen construyendo, de manera participativa,  soluciones a las dificultades que enfrentan las sociedades del mundo, abordando los contextos territoriales, económicos y sociales, hicieron los participantes en la Semana Internacional de la Sociedad Civil (ICSW2016), que se realizó en Bogotá a finales de abril.

En el evento, que fue realizado por la Confederación Colombiana de ONG  (CCONG) y World Alliance for Citizen Participation (CIVICUS), estuvieron presentes cerca de 820 líderes, activistas y representantes de organizaciones de la sociedad civil, de los cuales el 57% eran de América Latina y El Caribe; 15%, de Europa; 12%, de Norte América; 8% ,de África; 5%, de Asia; 2%, de la región del Medio Oriente y África del Norte y 1%, de Oceanía.

“El país  (Colombia) debe reconocer que las organizaciones sociales desde los territorios han aportado en la consolidación de procesos de desarrollo a la construcción de la paz. A la construcción de un mundo donde quepan todas las personas y a que estas gocen de equidad y garantía de sus derechos”, aseguró la directora de la CCONFG, Liliana Rodríguez Burgos.

Entre los retos que se señalaron para las organizaciones de la sociedad civil, en sus diversas expresiones, estuvo la necesidad de recuperar su rol propositivo, de incidencia y de ejercicio de control social y monitoreo a lo público.

En ese sentido, precisamente, se refirió Catalina Botero Marino, exrelatora especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y socia fundadora del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (DeJusticia).  Sostuvo que desde los múltiples roles y lugares, la sociedad civil ha jugado un papel importante en los procesos de participación, incidencia y consecución de derechos, y su reto es mantener ese rol.

En su concepto, las organizaciones de la sociedad civil tienen desafíos de carácter interno y externo.  Dentro de los primeros señaló: la defensa de los derechos humanos, la necesidad de que actores importantes en las sociedades, como la academia y las organizaciones de la sociedad civil, realicen alianzas (reconociendo sus diferencias) y que el Estado sea reconocido como un actor importante con el que debe trabajar de la mano.

En cuanto a los externos, mencionó que se deben superar las distintas formas de violencias, en especial contra los periodistas. Para ella, el Estado debe asumir la protección, prevención y procuración de justicia; construir protocolos que aporten a la protección y lograr que los servidores cambien el lenguaje descalificador.

La agenda académica de la ICSW2016 se llevó a cabo en las universidades Externado de Colombia y El Rosario, así como en la Plaza de los Artesanos, bajo el  lema: Ciudadanía Activa, Acciones Responsables. Los ejes temáticos de paz, entorno habilitante, inclusión y participación se adelantaron en 48 sesiones de trabajo mediante plenarias, talleres, conversatorios, diálogos multi-actores y encuentros.
La paz de Colombia
Como señalaron los organizadores, el hecho de haber realizado la ICSW2016 en nuestro país permitió poner el eje temático de la paz en la mesa.  Fue un “reconocimiento al proceso que adelanta la sociedad y el importante papel de las organizaciones de la sociedad civil colombiana durante los próximos 10 años, reto que fue reconocido por los asistentes y por el señor Humberto de La Calle Lombana, en el saludo y participación por medio de un video enviado a la ICSW2016”, aseguraron en un comunicado.

En ese sentido, destacaron los aportes de Ali Zeddini, vicepresidente de la Liga Tunecina de Derechos Humanos que,  junto con la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), la Patronal (Utica) y la Asociación de Abogados, conformó el Cuarteto para el Diálogo Nacional en Túnez, el cual obtuvo el premio Nobel de Paz 2015.

Zeddini indicó que la sociedad civil debe involucrarse y realizar ejercicios de control social en todas las etapas del proceso y ser garante para que las partes cumplan con los acuerdos pactados. “No es posible replicar los procesos realizados en otros territorios, pero sí reconocer las lecciones aprendidas”, sostuvo.