A propósito de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del primero al 7 de agosto, se recuerda que la lactancia materna es la mejor manera de aportar los nutrientes necesarios que los bebés necesitan para un crecimiento y desarrollo saludable.

“La leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de las enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas. La lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por enfermedades frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una recuperación más rápida de las enfermedades”, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En cuanto a las madres, la lactancia materna contribuye a su salud y bienestar. Ayuda a espaciar los embarazos, reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama, diabetes de tipo 2 y depresión posparto.

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida (no complementar con ningún otro líquido ni sólido); a partir de entonces, los niños y niñas deben recibir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados e inocuos, al tiempo que siguen tomando el pecho hasta los dos años o más.

Esta organización recomienda que la lactancia debe comenzar en la primera hora de vida; el amamantamiento debe hacerse siempre que el niño lo pida, de día y de noche, y deben evitarse los biberones y chupetes.

“Los resultados de un estudio realizado en Ghana demuestran que amamantar a los bebés durante la primera hora de nacimiento puede prevenir el 22 por ciento de las muertes neonatales”, dice una publicación  de Unicef.

Algunas situaciones

En un boletín sobre lactancia materna y nutrición publicado en marzo por la Agencia de Comunicaciones Pandi, se menciona que Unicef ha resaltado la preocupación por la desnutrición crónica motivada por la falta de una alimentación adecuada durante los primeros 1.000 días de vida del bebé, que afecta su desarrollo físico e intelectual.

También señala que algunas condiciones dificultan la lactancia materna. “Las condiciones laborales, la falta de apoyo social y familiar, y el desconocimiento sobre la importancia de este proceso, han llevado a que alimentar a un niño o niña con la leche que viene de su madre, se convierta en un reto, además de abrirle paso a enfermedades como la desnutrición”.

“Según el artículo 238 del Código Sustantivo del Trabajo, el empleador está en la obligación de conceder a la trabajadora dos descansos de 30 minutos cada uno, dentro de la jornada laboral para amamantar a su hijo, sin descuento alguno del salario durante los primeros seis (6) meses de edad. Sin embargo, debido a las distancias, los sistemas de transporte y las cargas laborales, además de la presión de los superiores que no apoyan y/o entienden la importancia de este proceso, todo se dificulta para la gran mayoría de las madres en Colombia”, señala el boletín.

En este comunicado, una madre de familia, asegura que “la lactancia materna en el entorno laboral se dificulta porque, aunque existe una hora para este proceso, si se realiza la extracción en el lugar de trabajo, no hay espacios adecuados para esto y el baño no es un lugar higiénico. Además, la leche debe permanecer a una temperatura adecuada para que se mantenga en buen estado. Se disminuye la lactancia deseada porque no se cuenta con los recursos de tiempo y espacio necesarios para realizarla”.

En el boletín se cita el libro Preguntas de madres y padres de Ernesto Plata Rueda para hacer referencia a la importancia de la lactancia materna: “las defensas que transmite la leche materna son múltiples, sobresalen los anticuerpos, pero también hay millones de células vivas. Por ello se dice que la leche materna es la “sangre blanca” y que proporciona defensas como si fuera transfusión de la madre. Por ello se debe procurar que el hijo reciba siempre la leche de su madre, si ella tiene que ausentarse de casa, lo ideal, en vez de ofrecerle otras leches sería extraer la leche materna y dejarla en un biberón plástico bien lavado. Si no es por más de ocho horas no es necesario refrigerar”.