Bogotá, 12 de diciembre de 2019. Hoy, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el Proyecto de Ley que tiene por objeto: “Prohibir toda forma de castigo físico y psicológico, tratos crueles, humillantes o degradantes hacia niños, niñas y adolescentes por parte de sus progenitores, representantes legales o por cualquier otra persona encargada de su cuidado en todos los entornos en los que transcurre la niñez y la adolescencia”.
Cabe señalar que esta iniciativa se acoge a la definición del Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN), sobre lo que es castigo físico: “Se entiende por Castigo Físico: Toda acción de crianza, orientación o educación en que se utilice la fuerza física y que tenga por objeto causar cualquier estado de dolor o malestar, aunque sea leve, con el fin de ejercer autoridad, disciplinar o corregir, siempre que no constituya conducta punible”.
Un aspecto relevante del Proyecto es que su énfasis no es punitivo, sino pedagógico y cultural, entendiendo que la mayoría de los cambios a largo plazo se promueven desde la familia.
También es importante entender que la primera aproximación a la violencia que tienen los niños y niñas en Colombia se da a muy temprana edad en el seno de su propia familia. El castigo físico se inicia en el primer año de vida, momento desde el cual están expuestos a palmadas, pellizcos y golpes con objetos. La proporción de niños y niñas que reciben castigo físico aumenta entre los 2 y los 4 años, siendo esta la edad que mayor número de casos registra en otros países de la región. Las niñas, los niños y los adolescentes también reciben tratos humillantes y degradantes como encerramientos y frases ofensivas y dolorosas como: ‘bueno para nada’, ‘te voy a regalar’, ‘ya no lo quiero’.
Por ello, es prioritario que Colombia cuente con esta Ley que elimina el castigo físico y el trato humillante a niñas, niños y adolescentes y promueve una crianza firme y amorosa.
Sin esta ley:
- Se causan serios daños físicos, psicológicos y emocionales.
- No hay disciplina, hay temor.
- Se enseña y perpetúa la violencia como una práctica aceptable y apropiada.
- Y, lo más grave, se siguen vulnerando los Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes, especialmente en su integridad física, su dignidad humana y la protección equitativa prevista en la ley.
Estas afirmaciones también se soportan en estudios científicos y la investigación adelantada por las organizaciones de la Alianza por la Niñez y la Universidad de La Sabana en donde, una encuesta a 928 niños y niñas de todas las regiones colombianas, y cuyas respuestas fueron analizadas y sistematizadas por la misma universidad, se revela que el 79 por ciento de los niños y niñas piensa que no deberían ser castigados, pero que el 50 por ciento, aproximadamente, reciben castigos físicos.
El sondeo también indica que el golpe con objetos, seguido por palmadas y pellizcos, son las maneras más frecuentes de este tipo de castigos.
Así mismo, en este estudio los participantes proponen cambiar el castigo físico o el trato humillante como forma de disciplina por el diálogo, el consejo y la reflexión (58,51%) y también educar por medio del ejemplo. El 61 por ciento expresó que el castigo físico y humillante les provoca tristeza, rabia (41%), miedo (22,9%), culpa (20%) y odio (16,4%), lo cual, de acuerdo con los estudios internacionales es la raíz de múltiples problemas emocionales y psicológicos en la adolescencia y la adultez.
Hoy, con la realización y aprobación del primer debate en la Comisión Primera de la Cámara se da un paso firme y adelante a esta iniciativa de la Alianza por la Niñez Colombiana, con el respaldo del ICBF y en coordinación con la academia y otros sectores, y que también cuenta con el decidido apoyo de 47 congresistas que firmaron la ponencia para su radicación y de los ponentes de la misma: Julián Peinado Ramírez, Harry Giovanny González García, Adriana Magali Matiz Vargas, Jorge Enrique Burgos Lugo, Jorge Méndez Hernández, Álvaro Hernán Prada Artunduaga y Juanita María Goebertus Estrada.
Después de este, se espera la programación del segundo debate, esta vez en Plenaria de la Cámara de Representantes, para luego darles paso a los dos debates en Senado y Plenaria de esa misma corporación.